Entendemos entonces que nuestro cuerpo está dividido en grupos musculares grandes y en grupos musculares más pequeños. Grandes en las piernas y más pequeños en el tronco, de la cadera para arriba.
La primera máquina que cogí fue la de los cuádriceps, tal vez el grupo más importante para correr y andar. !Pero cuidado!. Los antagonista son los isquiotibiales donde incluyo también los glúteos. Así que hice entre 10 y 12 series de 25 repeticiones de media en la máquina de cuádriceps.
Después me fui a la máquina de isquiotibiales sentado y realicé más o menos el mismo número de series. Me sentía tan bien haciendo pesas que en aquel momento me daba igual el resultado.
Lo bueno de esta sesión ocurrió en la máquina de abdominales sentado. La última vez que hice pesas en una máquina de abdominales sentado fue en un gimnasio al lado de mi casa, justo antes de que lo abandonara después de que me pegaran Sarna.
Por entonces yo trabajaba cogiendo unos 60 kilos y pensé que en esta otra máquina lo podría hacer fácilmente. He aquí que hice las primeras 3 series de 25 repeticiones aparentemente fácil destacando que durante mi progresión lo sentía bien fuerte en las lumbares, que me da una idea de lo débil que estaban.
En la serie 4 quedó patente el estado de mis abdominales. Tuve que bajar varias veces de peso en las siguientes series hasta situarme en unos pírricos 22 kilos con la tensión en las lumbares diciéndome que están muy fatal y que se cansan muy pronto. Incluso no podía situarme derecho en la máquina de abdominales sentado.
Después de esto di por finalizada la primera toma de contacto con las rutinas de pesas, no me atreví a sentarme en la máquina de espaldas sentado. Anoté en mi cabeza la sesión de pesas que pensaba realizar el próximo lunes poniendo especial énfasis en mis débiles abdominales:
- Cuádriceps
- Isquiotibiales
- Abdominales
- Espaldas
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