Hará veinte años que el entonces presidente de la RFEA llevaba treinta años en la presidencia, tras llegar a ella quejándose de que el anterior presidente llevaba treinta años en la presidencia.
Menudo dilema cuando de trepas se trata. Sentarse en el sillón y establecerse un control dentro de la Federación para no irse por décadas sin que nadie se le suba a los bigotes.
Aquellos que nos hemos dejado la piel en las competiciones sin ningún apoyo institucional, hemos vivido el mundo como Conan el bárbaro contra los brujos y los sacerdotes que pretendían implantarnos sus creencias para robarnos la piel, comerse nuestra carne y dejarnos en los huesos.
En los Campeonatos de España de Atletismo nunca verás atletas compitiendo con atletas de verdad. Abundan los enchufados a las subvenciones públicas que se justifican incluso con el cuento templario de la Blume.
La sucursal federativa por excelencia es el criadero de pollos pijos de papito que subsisten con las subvenciones federativas porque en las competiciones de nivel no rascan ni la mojama.
Suelo acordarme del montón de llorones sádicos que se burlaban creyendo que serían grandes campeones. Hay que saber ver con ojos cristalinos sus caras largas de no saber dónde meterse para justificar el dinero público que cobran.
Algunos grandes atletas de renombre tenían un truco que consiste en retirarse de la competición para no salir en los papeles que acreditan que te han ganado un montón de competidores.
Retirarse para no salir en las listas con desprestigio porque el pobre no tuvo su día bueno.
Por eso los Campeonatos de España de Atletismo se amañan para llevar al atleta deseado. No vaya a ser que le metan un paquete bien metido.
Son los mismos que la van a cagar en París como la cagaron en London, excepto excepciones.
Los Campeonatos de Atletismo no son eliminatorias. No son un trial para ver quién gana ir a los Juegos Olímpicos de París. Por eso siempre te cuentan el cuento de atletas que han conseguido la mínima.
Los Juegos Olímpicos de Londres fueron un cachondeo del dopaje por parte de atletas españoles. No los dejaron competir. Me imaginé a los ingleses: "Aquí chutering NO. Here chutering No."
Me partía de risa verlos caer con la banderita española en las redes anti-dopajes. No son pocos los ex atletas tratados como grandes con condenas por dopaje.
Más tarde que temprano nos iremos enterando que niñatos van dopados a los Juegos de París. A los otros los veremos en televisión intentando justificar su mediocre rendimiento.
Pero a ellos les da igual porque viven de esa farsa pagada.
Lo mejor es cuando se ponen mosca. Tan subidos de tono, que se saben vividores y no les gusta que le digan que en las competiciones de nivel, no pasan de ser un numerito en el pecho.
Los que van a la universidad son los que más se asustan. Les preguntas por la física cuántica que se genera cuando un corredor hace una rutina consiguiendo una marca, y tiemblan.
No saben a qué me refiero pero por detalles y tipo de ejercicio, puedo saber si sus tiempos de récord son limpios.
Me gusta cargarme a los cuentistas y a sus mentores iluminados.
No creo que la RFEA celebre nunca auténticos triales en España. Son muchos trepas federativos viviendo del montaje.